POR QUÉ LAS MUJERES VAN AL SIQUIATRA

Veinteañeras

Esta década es la que se caracteriza por menor presencia femenina en el diván. "Las mujeres de 20 van menos a la consulta".

Dentro de este grupo etario le inquieta el nacimiento o consolidación de lo que denomina "la religión de la belleza". Se refiere de este modo al fenómeno social, liderado por las mujeres, en las que se exacerba el culto al cuerpo y la necesidad de sentirse bellas.

Ropa, gimnasios, tratamientos de bellezas, masajes, cirugías plásticas, son sólo parte de este conglomerado de verdaderas adicciones a la hermosura corporal que se manifiesta en un cada vez más ascendente número de intervenciones quirúrgicas de tenor estético, y en las que además se disminuye la edad de ingreso al pabellón. "La silicona es algo simbólico y tiene que ver con lo que el hombre quiere de una mujer. Estamos frente a esta figura de la súper mujer, tipo Barbarella y como eso es lo que supuestamente el hombre quiere, pues la mujer no descansa porque todo el tiempo quiere ser bella y flaca. Y si no lo consigue se viene la frustración, culpa, etcétera. O en el camino por conseguirlo cae también en adicciones".

Los 30

Es en esta etapa donde los conflictos femeninos se asocian con su necesidad afectiva y vincular. Específicamente con la búsqueda de pareja y la consolidación y desarrollo del compromiso. "A esta edad frecuentemente los hombres quieren ser el eterno veinteañero. En cambio la mujer quiere establecerse, arraigarse, comprometerse".

Es allí cuando comienza a aparecer el fenómeno de invisibilidad masculina, lo que el siquiatra grafica en que: "La mujer sola se pregunta dónde están los hombres". De ahí que termine buscando hombres mayores, que generalmente están casados o separados, con hijos más grandes, etcétera... Y ahí se devienen otra serie de conflictos.

Los psicologos especialistas se detienen ante una característica muy típicamente femenina, o al menos atribuida socialmente al género. Sobre todo en esta etapa de la generación "Happy hour": Esta conducta es simplemente "una capacidad de disfrazar la agresión. La mujer es menos directa que el hombre que va y pega un puñete entonces en este camino encuentran una manera de canalizar su rabia hacia la amiga que está al lado, la que no llega todavía o la que guarda con respecto a los hombres o sí misma".

Señoras de las cuatro décadas

Principalmente en este período es cuando se consolida la resistencia de la mujer que divide su tiempo entre la actividad laboral y su vida hogareña.

"La mujer post revolución sexual, es una mujer angustiada por el trabajo, la pareja y la familia. La mujer actual mantiene la tensión del trabajo versus familia. Y a eso se agrega también la relación de pareja. Es decir es una triple tensión. Y por lo tanto se agregan causas de dolor, insatisfacción, culpa